El MG Metro 6R4 fue un coche que se
concibió buscando el rédito publicitario de un campeonato del mundo de rallyes
que en el año 85 tenía un dimensión inimaginable a día de hoy. La marca MG,
filial de British Leylan ni siquiera disponía de departamento de competición
cuando decidieron crear este pequeño monstruo. Fueron los ingenieros de
Williams los que recibieron el encargo de crear un grupo B partiendo de la base
del utilitario británico, que era por aquel entonces un auténtico best-seller.
Provenientes todos de la Fórmula1, los técnicos partieron de un enorme motor V6
atmosférico, yendo en contra de lo habitual en el campeonato por aquel
entonces, ya que todos usaban Turbo.
La potencia era de 358,5CV, para un peso
de 1.060kg, y una distancia entre ejes de sólo 2.412mm. Disponía de inyección
electrónica multipunto Lucas y tracción a las cuatro ruedas. La configuración
del motor era de 6 cilindros en V a 90º y 24 válvulas. La idea original era la
de montar el motor en la parte delantera, lo que provocaba que piloto y
copiloto tuvieran que sentarse donde estarían las plazas traseras. Por suerte
se desdeñó pronto para situarlo en la parte central, tras los ocupantes. Tras
la desaparición de los grupo B, el diseño del motor se vendió a TWR y fue
montado en los Jaguar XJ220, añadiéndole doble Turbo. Esta configuración llegó
a competir en Le Mans.
Para su homologación en competición
tuvieron que construir a marchas forzadas 200 unidades, que diferían bien poco
del vehículo oficial. El Metro 6R4 debutó en el campeonato del mundo en el RAC
de Inglaterra en 1985, donde consiguió un magnífico tercer puesto, con el británico
Tony Pond a sus mandos. Al año siguiente y a pesar de que hicieron todo el
campeonato, no consiguieron brillar debido a la falta de evolución por el
reducido presupuesto. Aunque hubo pilotos como Didier Auriol en Francia, que si
consiguieron hacerle campeón nacional de rallyes aquel año 86.
Con la desaparición de los grupo B, el
Metro siguió compitiendo en los diferentes campeonatos internacionales de
rallycross con gran éxito, debido a la explosividad y agilidad de semejante
aparato. Aquí en España, pilotos como los hermanos Arbelaiz, José Petrel o
Javier Izaguirre, lo han hecho competir en el nacional de tierra y en Canarias
Fernando Capdevilla se proclamó campeón con él, en los años 90, 91 y 92. Los
grupo B son coches que aún hoy nos hacen soñar y este pequeño inglés era sin
duda uno de los más espectaculares.
Texto y fotos: nortexmotor@gmail.com
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